El Gobierno aseguró que, gracias a las políticas estatales, entre agosto de 2010 y julio de 2011 se taló un 11% menos que en el lapso anterior. Es la cifra más baja en 23 años.
La cifra representa una reducción del 11% con respecto al mismo lapso 2009-2010y «es la menor tasa de deforestación desde que el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) inició la medición en 1988», dijo el presidente del organismo,Gilberto Cámara, en conferencia de prensa.
Desde que se monitorea la situación, se sabe que el pico de tala se registró en 1995, cuando 29.059 kilómetros cuadrados de selva fueron destruidos.
El anuncio sobre la reducción tuvo lugar en una conferencia de prensa en Brasilia, en la que la ministra del Ambiente Izabella Teixeira dijo que «la pronta reacción del Gobierno» y los objetivos de Brasil de reducir la deforestación y sus emisiones de carbono llevaron a lograr la mejoría. «Tenemos que continuar con determinación para reducir la deforestación ilegal en el Amazonas», añadió.
El gobierno de Brasil ha incrementado la aplicación de las leyes ambientales en años recientes, mayormente con el envío de agentes armados a la selva para realizar redadas en áreas de deforestación. Las autoridades dicen que eso ha ayudado a reducir la tala.
Este balance de gestión fue presentado en momentos en que el Senado brasileño se apresta a votar, esta semana, cambios a las principales leyes ambientales del país, que reducirían las restricciones sobre la forma en que los pequeños granjeros usan sus tierras en el Amazonas.
Esos cambios son resistidos por grupos ambientalistas, que temen que provoquen un incremento en la deforestación. En cambio, los operadores de granjas pequeñas dicen que las medidas les permitirán producir a plena capacidad y aumentar la producción alimentaria en Brasil.
La ley habilitará a granjeros con propiedades pequeñas a trabajar tierras más cercanas a ríos y a usar colinas. Provee, además, una amnistía de multas severas a granjas de cualquier tamaño que deforestaron un área mayor que la permitida, pero solamente por talas anteriores a julio de 2008.
Aunque serían librados de multas ya impuestas, los granjeros con tierras más grandes aún tendrían que replantar las tierras que deforestaron más allá de los límites legales o comprar y preservar la misma cantidad de tierra forestada en otras partes para compensar lo que talaron.
En el Amazonas, el 80% de una propiedad debe permanecer como bosques intactos. En otras partes de Brasil, la proporción va de 20% a 35 por ciento.
Brasil es considerado el sexto mayor productor de emisiones de carbono en el mundo, y el 75% de esas emisiones son generadas por la quema de bosques. El domingo, la organización ecologista Greenpeace denunció que el país se encamina a convertirse en el tercer contaminador mundial a raíz del crecimiento de su industria petrolera.
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